El humo de los incendios forestales está compuesto por una mezcla de gases y partículas pequeñas que son emanados por la vegetación, los materiales de construcción y otros materiales al quemarse. El humo de los incendios forestales puede hacer que cualquier persona se enferme. Incluso las personas sanas pueden enfermarse si hay una cantidad suficiente de humo en el aire. Respirar el humo puede tener efectos inmediatos en la salud, entre ellos:

Tos
Dificultad para respirar normalmente
Ardor en los ojos
Irritación en la garganta
Moqueo
Irritación de los senos paranasales
Sibilancias y dificultad para respirar
Dolor de pecho
Dolores de cabeza
Ataques de asma
Cansancio
Latidos cardiacos acelerados

Las personas con más probabilidades de enfermarse si respiran el humo de un incendio forestal son los adultos mayores, las mujeres embarazadas, los niños y las personas con afecciones respiratorias y cardiacas prexistentes